domingo, 25 de junio de 2017

NO LE DEMOS MÁS VUELTAS, ES CUESTIÓN DE TIEMPO

Es a comienzos del actual siglo cuando comencé  a manifestarme a través de escritos breves para analizar el actual sistema socioeconómico, esta manera de vida basada en la desigualdad. Al mismo tiempo he ido elaborando y revisando textos de mayor envergadura en forma de análisis y propuestas, desde una visión crítica. Al principio eran artículos enviados a diarios escritos, a políticos e, incluso, a amigos o amigas de ideario semejante. Más adelante, algunas publicaciones digitales me pidieron que les enviara mis reflexiones. Es cuando comienzo a escribir con un determinado ritmo, con la intención de cumplir ciertos plazos. A comienzos de la presente década (2011), abrí un Blog en el que he ido colocando mis escritos, a veces compartidos, otras en exclusiva. Además, como es lógico, voy guardando en un archivo, por orden cronológico, la mayor parte de los publicados. Allí figuran, al día de hoy, 150 escritos cortos a modo de artículos o “post”, es hora de hacer un punto de control o de romper definitivamente con el envío a las publicaciones con las que colaboro, al menos poner freno al ritmo actual de entregas. Los 100 primeros están recogidos en un libro, texto que será sustituido por otro al que se le añadirán los últimos 50. De esta manera, el trabajo con el título: “Artículos para pensar”, contendrá 150, con un número de páginas cercano a las 600.
Como en cualquier otra tarea, es la experiencia la que te va otorgando “oficio”. Los primeros escritos están cargados de ingenuidad. Poco a poco se ha ido imponiendo la visión realista de los acontecimientos, de los hechos y de los procesos. No sé, a ciencia cierta, si mi trabajo habrá servido para convencer o hacer pensar a muchos o a pocos, con las ideas que he intentado plasmar. De lo que estoy plenamente convencido es de que es a mí al que me ha ayudado para aclararme, para configurar una idea de la situación global, para perder del todo la ingenuidad que, poco a poco, ha ido despareciendo. El resultado al que he llegado no es posible plasmarlo con mayor precisión que con el enunciado del presente escrito: “No le demos más vueltas, es cuestión de tiempo”, algo que anuncié en un artículo anterior. Es hora de explicar esta expresión, a modo de conclusión, aunque, haciendo un seguimiento de estos 150 artículos a los que aludo, es posible concluir de igual manera.

Hace unos días leí en algún comentario, en las redes, que decía que la izquierda no ha gobernado nunca en Europa desde la segunda guerra mundial, por acotar el tiempo. Dato que comparto en su totalidad. Evidentemente, el autor del comentario y yo mismo entendemos por izquierda una opción política antisistema, anticapitalista y defensora de los intereses de la clase trabajadora. Impulsora de un modelo basado en la igualdad, la solidaridad, la justicia y la libertad. Cada vez que ha habido una intentona de enfrentamiento al sistema capitalista, este ha eliminado de raíz ese intento de cambio. Hasta la fecha, no ha habido en Europa una fuerza superior que lo haya combatido y lo haya derrotado. El caso más cercano en el espacio lo tenemos en la II República Española. La movilización ciudadana y los políticos progresistas fueron aplastados por un sanguinario golpe militar. En los años setenta, el PCI (Partido Comunista Italiano) llegó a ser la fuerza más votada en Italia. El eurocomunismo de Belinguer recorrió y creció por los países ribereños, pero no fueron capaces de formar Gobierno. La OTAN fue la excusa o el instrumento para impedirlo. El caso más cercano en el tiempo lo encontramos en Grecia. El triunfo electoral y el Gobierno de Syriza fueron derrocados “pacíficamente”, en este caso por la burocracia de la UE con el acompañamiento de las oligarquías europeas. Ahora no hace falta recurrir a la fuerza bruta, ahora la guerra se hace asfixiando económicamente a los “rebeldes”.

Por lo que parece, esta especie no sabe vivir conforme a esos principios de libertad e igualdad que hemos citado. Las pasiones negativas de búsqueda de poder a toda costa y la resignación para soportar todo lo que venga, se han impuesto y se han consolidado. Admitir por parte de las masas que tiene que haber poderosos y sometidos es, por el momento, una situación estable. El poder-pasión ha impuesto sus normas, sus leyes, sus gobiernos. Los mensajes y sus dictados han calado de tal manera que han conseguido la aceptación de que esta es la mejor forma de vida, asumiendo la mentira como dinámica de un modelo injusto e inhumano.
La falta de madurez intelectual de la especie impide un cambio a mejor para la mayoría. Por eso, es cuestión de tiempo, de mucho tiempo, para que lo que llamamos humanidad conviva de una manera más acorde con lo que algunos sectores sociales anhelan. Pero es posible, vamos estoy seguro, de que no lo veremos las diferentes generaciones que ahora llenamos este minúsculo planeta. Siento muchísimo cerrar esta tanda de 150 escritos con un mensaje poco alentador, pero los acontecimientos acaecidos a lo largo de la trayectoria de la especie, por desgracia, no invitan a pensar otra cosa.



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